miércoles, 13 de julio de 2011

En otra ciudad.

En otro país.

Aún así, busco entre la gente alguna relación, alguna mirada en común. He visto tantas cosas y observado tan pocas. Te quiero a ti, de eso no hay duda. No hay manera de engañar a mi cabeza o de hacerme creer otra cosa. Es simple, está claro y sobre todo, está vivo. La distancia no basta, el silencio tampoco es suficiente, siempre hay algo más que por más que intentemos ignorarlo, está ahí. Incluso está dicho, "hay llamas que ni con el mar", ni con uno ni con siete. Siempre te veo rondando por ahí, y me es imposible ignorarte porque no quiero hacerlo. ¿Por qué iba a querer hacerlo? No existe en este mundo una melodía más perfecta que la que escucho cuando pienso en ti. Lo siento, pero no lo cambiaría por nada. No me importa si tengo que esperar a morir para verte en el otro lado, o si pasan tres vidas y cuatro hijos, o tal vez mil doscientas zanahorias. Lo único que realmente quiero es a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario